Lesiones más frecuentes en el tenis.

En cualquier deporte, las lesiones son una parte muy dura, ya que nunca sabes si vas a poder alcanzar el mismo nivel al que estabas jugando antes de la lesión, y en el proceso de recuperación siempre pueden surgir inconvenientes que puedan agravar la lesión o el tiempo de recuperación de la misma.

Los tenistas, y no hacen falta que sean los profesionales, especialmente si se practica sin el equipo necesario, con una técnica poco adecuada y sin realizar los ejercicios de calentamiento, tienen riesgo de sufrir una lesión.

Por ello, en este post hablaremos sobre las lesiones, de los riesgos que corres y de cómo podemos prevenir daños y como tratarlas.

A pesar de que el tenis no sea un deporte de contacto, la mayoría de las lesiones nos las hacemos nosotros mismos. Algunas de estas lesiones pueden ser reparadas por nuestro propio cuerpo, respetando el tiempo de descanso y las indicaciones de nuestro médico o profesional que nos haya atendido. Otras, las más graves, requieren de un paso por el quirófano. De este modo, no todas las lesiones son iguales, y no en todas las personas tendrán los mismos efectos o el mismo tiempo de recuperación de la misma.

Las lesiones entre los tenistas suelen aparecer por no tener demasiada fuerza, realizar los movimientos sin la técnica adecuada, no calentar, sobrecargar los músculos y otras estructuras del aparato locomotor, no usar el equipamiento adecuado y dañar las articulaciones.

CODO DE TENISTA: Esta lesión se produce cuando los tendones del codo se sobrecargan, frecuentemente por los movimientos repetitivos de la muñeca y del brazo. Este dolor se manifiesta principalmente en el lugar en que los tendones de los músculos del antebrazo se unen a la protuberancia ósea en el exterior del codo. Suele producirse cuando golpeas a la bola con una mala técnica.

Los síntomas son: dolor en la parte externa del codo, que pueden llegar hasta el antebrazo, levantamiento de la muñeca, girar las manillas de una puerta…

Con frecuencia mejora por sí solo, pero en el caso de que no sea así y no se pase el dolor con medicamentos, lo más recomendable es acudir a un fisioterapeuta. Y en los casos más graves, quizá se requiera la cirugía. El reposo es muy importante, de aproximadamente 2 semanas sin hacer ejercicio que requiera el movimiento de ese músculo. Aplicar hielo sobre esta zona también nos ayudará a una buena recuperación, 15 o 20 minutos durante 2 o 3 veces al día.

ESGUINCE DE TOBILLO: Estos son muy frecuentes. Se produce cuando doblas, tuerces o giras el tobillo de una manera extraña. Es una distensión, o a veces la rotura de uno o más ligamentos que forman la articulación. Hay varios grados, dependiendo de la gravedad: primer grado (leve), segundo grado (moderado) y el tercer grado que sería la rotura y como es obvio, el más grave.

Los síntomas son: dolor, hinchazón, enrojecimiento, impotencia funcional…

El tratamiento depende de la gravedad del esguince. Lo que se busca es reducir el dolor y la inflamación, favorecer la curación del ligamento y recuperar el funcionamiento del tobillo. Es una lesión grave, posiblemente te deriven a un especialista, como un médico de rehabilitación. El reposo es muy importante, y aplicar hielo durante 15 o 20 minutos repitiendo el proceso 2 o 3 veces por día.

LUXACIÓN DE HOMBRO: Los hombros son muy afectado cuando jugamos al tenis. Y es que, especialmente cuando sacamos con fuerza y no tenemos la musculatura suficientemente desarrollada, es posible que se sufra esta luxación de hombro. El húmero (hueso superior del brazo) se separa de la cavidad del omoplato donde se forma la articulación del hombro.

En este caso, se requiere de atención médica inmediata para volver a colocarlo. De todos modos, el dolor suele desaparecer rápidamente y en unas semanas se recupera la total funcionalidad del hombro.

LESIÓN SLAP: Es bastante común también. Se produce cuando el labrum, fibra de cartílago en la cabeza del húmero, se rompe.

Esto provoca dolor en el hombro, así como inestabilidad, debilidad, rigidez, y en ocasiones, que es escuche un chasquido al mover la articulación.

Si la rotura no es total, quizá los analgésicos y las sesiones de fisioterapia sean suficientes. Pero si es total, es posible que el tratamiento implique pasar por quirófano y someterse a cirugía, aunque gracias a los últimos avances, esta puede realizarse de forma muy poco invasiva mediante artroscopia, la cual permite recuperar la total funcionalidad en un par de meses.

TENDIDITIS DE MUÑECA: Es otra de las articulaciones que más sufre en la práctica, especialmente si los golpes de raqueta se hacen sin una técnica adecuada. Es una lesión en la que los tendones presentes en esta se sobrecargan y se inflaman, un modo similar a lo que ocurre con el codo de tenista, pero en la mano.

El tratamiento es similar al del codo de tenista, reposo de un par de semanas aproximadamente y aplicar hielo durante 15 o 20 minutos, 2 o 3 veces al día.

ROTURA DE MENISCO: Al contrario de lo que se piensa, no es necesario un impacto para que esta lesión suceda. El menisco es un cartílago presente en el interior de la rodilla que tiene la función de amortiguar golpes y dándole estabilidad a la articulación e impidiendo que la tibia se desplace por delante del fémur. Debido a una torsión muy fuerte de la rodilla es posible que el ligamento se rompa, provocando así mucho dolor y la inestabilidad prácticamente total de la rodilla.

La persona debe someterse a una cirugía de reconstrucción del ligamento y pasar por un dolor postoperatorio y una larga rehabilitación, lo que hará dejarnos fuera de las pistas entre 8 y 10 meses.

TENDÓN DE AQUILES: El Tendón de Aquiles es una fibra de tejido conectivo que une los músculos de los gemelos con el talón del pie, y si estiras excesivamente el tendón, puede desgarrarse parcial o totalmente.

Si se desgarra, el posible que oigas un chasquido, seguido inmediatamente de un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y el gemelo, que probablemente afecte a tu capacidad para caminar correctamente.

Con frecuencia, se realiza cirugía para reparar la rotura, pero para algunas personas, el tratamiento no quirúrgico no funciona. Normalmente, en un plazo de 4 a 6 meses, podríamos volver a realizar la actividad.

A pesar de haber nombrado estas 7 lesiones, existen muchas más lesiones que son frecuentes en nuestro deporte. Si os ha gustado este post haremos una segunda parte explicando otras lesiones.
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